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Publicado: 18/05/2017
En el despacho de abogados de Las Palmas de Gran Canaria sabemos que una de las partes más difíciles en la negociación de un divorcio es la relativa a la custodia de los hijos.
Generalmente, ambos progenitores desean compartir el máximo tiempo posible con sus hijos y, por ello, acuerdan establecer una custodia compartida a través de la cual, el tiempo de convivencia con los menores se reparte a partes iguales entre los progenitores.
Sin embargo, como bien sabemos en el despacho de abogados de Las Palmas de Gran Canaria, esta opción no siempre es viable, optándose por la custodia monoparental.
A través de la custodia monoparental, el progenitor que no consiguiese la custodia, solo podría ver a sus hijos los fines de semana alternos, así como dos tardes entre semana. De modo que la relación paterno-filial podría verse dañada.
Además, el progenitor que no consiguiese la custodia se hará cargo de la manutención correspondiente. A diferencia de la custodia compartida, en la que cada una de las partes aportaría una ayuda económica conforme a sus ingresos.
Pero ¿qué sucede si cada uno de los hijos quiere vivir con un progenitor diferente? En ese caso, la sentencia del juez dependerá de las circunstancias sociales, personales, familiares, materiales y culturales, así como de las necesidades afectivas de los menores.
En cualquier caso, es muy importante el cumplimiento de las obligaciones establecidas en la negociación, ya que su incumplimiento podría ser penalizado con una sanción económica e, incluso, con la perdida de la custodia.
Desde Calzada Fiol & González Abogados queremos recordarte que, independientemente del tipo de custodia acordado, ambas partes poseeréis la Patria Postestad de los menores, lo que significa que ambos progenitores tendréis que tomar, conjuntamente, las decisiones que conciernen a los asuntos educativos, sanitarios y religiosos de los menores. O, en su defecto, será el juzgado el encargado de tomar la decisión.